Sergio Llull, a los Knicks. Sería un titular realmente sorprendentre si no fuera porque lo único que irá a la Gran Manzana serán sus derechos. Los Rockets los han enviado a Nueva York junto a Austin Rivers (un sing and trade con el que el base ha firmado un contrato de un año), que se aleja de la particular reconstrucción que se está viviendo en una franquicia que todavía (y hasta nuevo aviso) cuenta en sus filas con James Harden y Russell Westbrook.
Con este movimiento, los texanos descartan finalmente la posibilidad de fichar al jugador del Real Madrid, que ha postergado su salto a una NBA a la que ya no se espera que acuda y, en principio, seguirá enrolado a las filas del conjunto blanco, a las que pertenece desde 2007 tras dar el salto al profesionalismo con el Manresa dos años antes. En el movimiento, los Knicks también se han hecho con los derechos de Tadija Dragicevic y Axel Hervelle. Este último jugó con el Madrid de 2004 a 2010 y tampoco ha dado nunca el salto a la competición norteamericana. A cambio, los neoyorquinos han cedido los derechos de Issuf Sanon, que fue seleccionado en el draft de 2018 (por los Wizards) y pertenece al Dnipro ucraniano.
Recordemos que a finales de junio de 2009, Llull fue elegido por Denver Nuggets en la posición número 34 del draft de la NBA. Los Nuggets traspasaron inmediatamente sus derechos a Houston Rockets, equipo que le ha tentado en numerosas ocasiones para que abandone España y aterrice en la mejor Liga del mundo. Sin embargo, esto finalmente no ha ocurrido, a pesar de la intensa rumorología que ha habido en torno a su caso y de que el balear nunca haya descartado dar un paso que, con 33 años recién cumplidos, nadie espera que vaya a dar. El 28 de junio de ese mismo año, el Real Madrid amplió el contrato del base español por dos temporadas más, y le ha seguido renovando progresivamente. Mientras otras estrellas que estaban las filas blancas como Nikola Mirotic, Luka Doncic o más recientemente Facundo Campazzo han puesto rumbo al otro lado del Atlántico, Llull ha decidido permanecer en el Real Madrid.
La insistencia de los Rockets ha sido constante e incluso Daryl Morey ha llegado a comparar al escolta con James Harden, estrella texana, acercándose al WiZink Center para ver en vivo y en directo las hazañas del jugador cuyos derechos le pertenecían. Sin embargo, a medida que iban pasando los años la posibilidad se ha tornado cada vez más remota, y ahora parece prácticamente imposible que se llegue a dar. Sergio Llull ha sido uno de los pilares fundamentales de una de las mejores generaciones de la historia del Real Madrid, la entrenada por Pablo Laso, y con el club blanco ha conquistado dos veces la Euroliga, seis la Liga Endesa, seis la Copa del Rey, cinco la Supercopa de España y una Copa Intercontinental.
Además, es internacional con la Selección absoluta desde 2009, conquistando hasta siete medallas, incluida la plata en los Juegos Olímpicos de Londres (2012 y el bronce en los de Río (2016). Morey, que consiguió sus derechos, ya no está en los Rockets. Y Llull ahora pertenece a unos Knicks desmadejados que representan un proyecto infinitamente menos atractivo del que le tentaba anteriormente. El sainete se diluye y Llull sigue vestido de blanco. Y ls posibilidad de que vaya a cambiar su camiseta por una de la NBA, parece cada vez más lejana.