Meyers Leonard todavía no define su futuro.
El pívot con último paso por Miami Heat, disfruta de sus vacaciones, a punto de convertirse en agente libre. Se subió a una casa rodante con su esposa Elle y su mascota, sin saber si la ciudad de Florida volverá a figurar en un su hoja de ruta o si, por el contrario, deberá fijar otro rumbo.
A punto de llegar la agencia libre, con fecha todavía sin definir, el jugador de 28 años no tiene certezas sobre su futuro. Sin embargo, ofreció claridad sobre lo que más importará cuando busque su próximo contrato para la temporada 2020-21. Leonard tuvo un salario de 11,3 millones la campaña pasada, correspondiente al último año de los cuatro que originalmente firmó con los Portland Trail Blazers, antes que fuera traspasado a Miami.
“Lo que sé es que realmente amo ganar y me encantó ser parte de las Finales”, dijo durante una entrevista promocional para la empresa de bebidas que patrocina su viaje a través del país.
“Ahora ni siquiera se trata del dinero o de la cantidad de años”, dijo el center. “Sé que al entrar en la agencia libre, lo que quiero es competir en los playoffs, competir por un campeonato. Quiero tener un impacto significativo.” Y agrega que “ya sea como titular o saliendo de la banca, estoy pensando en 20 a 25 minutos. Siento haber mostrado que puedo generar un impacto todas las noches”.
Sus minutos en Miami
Los minutos de Leonard se vieron disminuidos de forma drástica en los últimos playoffs, cuando el entrenador Erik Spoelstra se inclinó por una alineación titular más pequeña, con Jae Crowder comenzando como ala-pívot junto al center Bam Adebayo. Si los Heat continúan con ese enfoque en la próxima temporada, los potenciales minutos de Leonard podrían limitarse, y buscaría una aventura en otro lugar. A esto habrá que sumarle la decisión que tome Kelly Olynyk, que cuenta con una opción de jugador por 13,2 millones para 2020-21.
A pesar de todo esto, Leonard no olvida que al llegar al equipo entró a la rotación como pívot titular, y antes de llegar a los playoffs mantuvo un promedio de 20,3 minutos por partido. “Realmente me encantó estar aquí. Vine sin saber qué esperar. Y de repente, arranqué de inicio casi todos los partidos en los que jugué y tuve un papel importante. Y eso es lo que amaba, ganar y tener un rol en el que la gente se preocupaba”.